Ha llegado el momento, nuestra nueva casa nos está esperando y la verdad es que no vemos el momento de dormir en nuestro nuevo dormitorio, preparar la cena en la nueva cocina o tumbarnos en el sofá de nuestro nuevo y flamante salón. No obstante, antes de todo ello tenemos que enfrentarnos a la temible mudanza. No hay que preocuparse: es posible sobrevivir a ella y habitissimo nos lo explica.
Ya sea una casa de alquiler o nuestra propia casa, lo más inteligente es pintar antes de realizar la mudanza. Es mucho más fácil pintar una vivienda sin muebles. Además de evitar que se manchen, el ritmo de trabajo será más ágil y rápido. Además, también podemos aprovechar para hacer algunas reformas mínimas, como colocar suelo laminado sobre el viejo pavimento o cambiar las ventanas si están viejas y deterioradas.
Cuando hacemos una mudanza, empezamos a ver la realidad: almacenamos las cosas sin control. En muchas ocasiones guardamos de forma enfermiza cosas que seguramente o no volveremos a usar o que no tiene sentido guardar. A no ser que sean recuerdos emotivos o cosas que usemos en el día a día, debemos plantearnos hacer una limpieza a fondo para que la mudanza sea mucho más ligera. No hay que tener miedo de dejar atrás trastos inútiles u objetos que ya no vamos a necesitar en nuestro nuevo hogar. Renovarse o morir.
No hay que cometer el error de comenzar a embalar cosas sin ton ni son. Llenar las cajas con objetos de forma completamente aleatoria (ahora una manta, ahora un cuadro y luego un robot de cocina) es una mala decisión. La organización es clave en una mudanza, sobre todo a la hora de llenar las cajas. Aquí podemos hacer caso a eso de divide y vencerás. Hay que centrarse en una estancia e ir desmontándola poco a poco. No hay que olvidar escribir en las cajas el lugar al que pertenecen los objetos, porque esto nos facilitará las cosas en el momento de desembalar. Y es que también hay que pensar en el futuro.
Llenar las cajas de una mudanza requiere también un orden. Aquí la lógica se impone. Las cajas pequeñas deben ser llenadas con objetos pesados, de esta forma nos costará menos moverlas. Asimismo, las cajas grandes son las más indicadas para guardar objetos pequeños y más ligeros.
Ojo con el menaje de cocina: hay que intentar embalar la vajilla por separado y con muchísimo cuidado. No está de más usar algún tipo de plástico envolvente acolchado (plástico-burbuja). Asimismo, copas y vasos también sería conveniente envolverlos uno a uno. En este tipo de cajas hay que colocar la etiqueta de frágil: toda precaución es poca.
Puede que no tenga todo el glamour del mundo, pero la ropa en bolsas siempre es más fácil transportarla. Podemos usar también las maletas, aunque evidentemente cabrán menos pertenencias. Las bolsas de basura de grandes dimensiones son un buen recurso para trasladar ropa de cama y textil de hogar en general.
Parece una obviedad, pero hay gente que no cae en este detalle. ¿A que no apetece llegar a casa y además de desembalar, volvernos locos con las lavadoras? Seguramente no. En este caso, hay que procurar lavar tanto alfombras, cortinas, estores o visillos antes de guardarlos para la mudanza. Una vez lleguemos será tan sencillo como desembalar y colocarlo todo.
El orden es importante en todo el proceso. Esto ha quedado claro. A la hora de cargar el camión, es importante zonificar el espacio. Hay que colocar los objetos más pesados y voluminosos al final, en posición vertical y distribuyéndolos en ambos lados.
Después podemos colocar los objetos menos pesados, pero también voluminosos, como cabeceros, espejos o colchones. El espacio restante nos servirá para ir apilando poco a poco las cajas. En cuanto lleguemos a nuestra nueva vivienda, hay que intentar montar primero los muebles y colocar los objetos pesados, dejando las cajas para el final.
No vamos a mentir, seguramente pasemos varios días con todo por el medio. Cajas por abrir, descontrol en la cocina, en el baño y en la ropa. En este caso, lo más recomendable es contar con lo que nos gusta llamar “caja de supervivencia”. Puede ser una maleta como la que se permiten en las cabinas de vuelo. En esta maleta o caja hay que meter ropa y productos de aseo personal, el pijama y la ropa del trabajo. Todo ello nos vendrá genial para no volvernos locos las primeras noches.
Visto en: https://www.fotocasa.es/blog/hogar/trucos-para-afrontar-una-mudanza/?xtor=EPR-458-%5B227%5D-20181003
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